Obra nueva logroño

PUENTE LA REINA a LOGRONO, ESPAÑA
La principal novedad introducida por el RPC es que, tal y como establece el artículo 4.1, se convierte en obligatorio para el fabricante emitir una Declaración de Prestaciones (DdP) para cualquier producto que esté cubierto por una norma armonizada (ENH) o sea conforme a un Documento de Idoneidad Técnica Europeo (DITE). Las normas armonizadas hEN enumeran una serie de productos de construcción que deben demostrar obligatoriamente el cumplimiento de las especificaciones detalladas en dichas normas. La acreditación de los productos que no están incluidos en una norma hEN, en cambio, es opcional, y es el fabricante quien solicita su DITE voluntariamente. No obstante, aquellos productos a los que se les haya concedido una ETA, deberán ir siempre acompañados de una DdP y del marcado CE, al igual que los amparados por una norma armonizada.
Cruzando Logroño
El puente de piedra que cruzaba el Ebro quedó inutilizado por una gran riada en 1880, por lo que fue necesario utilizar una barcaza para cruzar el río. El 1 de septiembre de ese año ocurrió la tragedia: mientras dos batallones del Regimiento de Infantería intentaban cruzar el río para realizar maniobras, la barcaza sufrió un accidente y 90 soldados murieron ahogados.
Construida en hierro forjado, tiene dos vigas laterales de celosía, con una cubierta a media altura. La distancia entre los ejes de las vigas laterales es de 8 m y la cubierta se completa con dos voladizos laterales de 1,50 m de ancho, rigidizados con tirantes y rematados con una barrera de hierro fundido que forman las plataformas.
La construcción del Puente de Hierro se realizó con hierro importado de Inglaterra, Bélgica y Alemania. El hierro es el principal material empleado en su construcción. Se emplearon algo más de 1.100 toneladas de hierro y alcanzó un coste elevado para la época: cerca de un millón de pesetas (909.837,46 pesetas de presupuesto de ejecución y 1.046.313,08 pesetas de presupuesto de contrata).
Su apertura al público el 18 de diciembre de 1882 no culminó con una inauguración oficial, pues a pesar de haberse realizado las pruebas de carga con carros cargados de agua y barriles de hierro, aún faltaban por terminar algunas partes de la barandilla, la pintura y el pavimento.
Vídeo de la construcción de la telecabina Nozawa
UbicaciónMontecorvo-Logroño, EspañaFecha de inicio del proyecto2007 (se presentó a concurso)Fecha de inicio de la construcciónLos primeros edificios podrían levantarse en 2013Coste€388m, de los cuales €40m se invertirán en tecnología de energías renovablesTamaño del emplazamiento56haTamaño del proyecto6ha (edificios)ArquitectoMVRDVCo-Arquitecto
InterContinental Hotels Group (IHG) tiene previsto ampliar su presencia en Brasil con la apertura de tres nuevos hoteles Holiday Inn Express este año: el Holiday Inn Express Belem-Ananindeua, el Holiday Inn Express Porto Velho y el Holiday Inn Express Marilia.
MVRDV es conocido por crear espacios densos y apilados, mientras que Gras hace hincapié en la colaboración. Las dos empresas también han colaborado en el parque empresarial BCN (una mezcla de oficinas y fábricas) de Martorell (España), un proyecto aún en fase de diseño.
Al otro lado del río, al norte, hay una zona poco poblada con dos pequeñas colinas, Montecorvo y la Fonsalada. Como ambas son áridas y escarpadas, algunos dicen que tienen poco valor medioambiental y que construir allí una ecociudad sería una mejora.
Cristalización IES Batalla de Clavijo Logroño
"La construcción", ha escrito Walter Benjamin, "cumple el papel del inconsciente". Escribía en los años treinta, describiendo el desarrollo de la construcción de hierro fundido en las primeras décadas del siglo XIX. En aquellos años, el hierro fundido, unido al cristal, hizo posibles los soportales parisinos y con ellos se creó un nuevo y transformador espacio de encuentro social. Pero, como observa acertadamente Benjamin, la integración de estas nuevas tecnologías de construcción no fue perfecta. Los soportales, con sus ocultas ubicaciones a mitad de manzana, a las que se accedía pasando por detrás de los muros de piedra caliza de los bulevares parisinos, trazaban con precisión la división de Benjamin entre una conciencia y un inconsciente colectivos de la ciudad. En la terminal ferroviaria del siglo XIX estos dos mundos permanecieron aún más resueltamente separados. El hierro y el cristal se empleaban a fondo en las grandes naves que albergaban los andenes y las líneas de ferrocarril, mientras que el propio edificio de la terminal -la cara a la ciudad- adoptaba la forma de un palacio ornamentado, desplegando todo el aparato de la arquitectura clásica monumental para marcar la entrada en la ciudad.